AKIM CORRE
Texto e ilustraciones de Claude K. Dubois
Traducción de Maribel G. Martínez
Lóguez, 2015
Los recientes conflictos armados en Europa han cambiado el panorama escolar, nuestras escuelas se enfrentan al reto de acoger y acompañar a un numeroso grupo de alumnos que han sufrido la guerra o sus consecuencias muy de cerca. La literatura infantil no sólo tiene que divertir, estimular la fantasía y creatividad, también tiene que abrir ventanas, ofrecer escenarios diversos que despierten el sentido crítico frente las injusticias sociales y la capacidad de empatizar con sus víctimas. “Akim corre” es un magnífico ejemplo.
En la aldea de Akim, la guerra parece lejana.
Akim juega tranquilamente con otros niños y sus pequeños barcos a la orilla del río Kuma.
Pero al final de la tarde, un ruido sordo y tiros resuenan en el cielo. Los rugidos se vuelven más y más fuertes.
La aldea de Akim es arrasada por un terrible bombardeo en el que pierde a su familia.
Solo, desorientado y con mucho miedo, emprende un viaje en el que le esperan las más
diversas desventuras. Después de un largo y duro periplo, se une a un grupo de gentes
que también huyen de la guerra. Posteriormente encuentran un camión de ayuda
humanitaria que les conduce hasta un campamento de refugiados; allí le aguarda
a nuestro protagonista un inesperado encuentro.
A través de un texto muy breve, de frases concisas y despojadas de todo lo anecdótico, Dubois logra expresar con realismo y sencillez las experiencias y emociones que vive el protagonista en su desgarradora huida. Por cada párrafo encontramos diversas imágenes que a modo de rápidos e improvisados bocetos nos transmiten de inmediato el vértigo que siente Akim ante la forma trepidante en que acontecen los hechos. Imágenes de una gran belleza y expresividad que logran completar el texto y mostrar la dureza de una historia de supervivencia, como otras muchas de guerra.
Este bello álbum ilustrado, adecuado para lectores desde 8 años y sin límite de edad,
constituye un libro necesario, un canto a la esperanza y a la paz.
Su lectura y la observación de sus imágenes abren un espacio de reflexión y diálogo
sobre el dolor y el sufrimiento que conllevan los conflictos armados en el mundo.
Os invito a descubrirlo en vuestras aulas y a valorar el diálogo como la mejor vía
para la resolución de conflictos, sea cual sea su magnitud.
