divendres, 16 d’octubre del 2020

UN ATRACTIVO ÁLBUM ILUSTRADO QUE REIVINDICA EL VALOR DE LA ORALIDAD, LA MÚSICA Y EL JUEGO, A TRAVÉS DE UNA DIVERTIDA HISTORIA ACUMULATIVA.

 LAS RANAS SABEN CANTAR

de Pedro Villar Sánchez, ilustrado por Tesa González.
Editorial Libre Albedrío, 2020.

Ahora que la escuela abre sus puertas después de seis meses, debido a la crisis sanitaria y al periodo estival, os ofrecemos una motivante propuesta dirigida a los más pequeños; porque la escuela más que nunca necesita cantar, ofrecer al alumnado la posibilidad de experimentar sensaciones y emociones a través del juego compartido y la música, acercarse a la poesía y a la literatura en general como forma de comprender y expresar sus propias vivencias.








Pedro Villar  nos sorprende una vez más con un atractivo álbum ilustrado que recrea la canción popular Estaba la rana cantando debajo del agua y reivindica el valor de la tradición oral, el juego y la música como una forma mágica de iniciar a los más pequeños en el mundo de la fantasía, el gusto por la oralidad y el placer por los libros.


“Estaba la rana

mirando una nube

que baja que baja

que sube que sube”





La rana se puso a cantar pero vino una mosca y la hizo callar…


Esta divertida historia, con coloridas ilustraciones dirigida a los más pequeños (educación infantil y primer ciclo de primaria) sigue un esquema acumulativo, va sumando animales y acciones en la medida que va avanzando la narración, permite memorizar y anticipar lo que va a acontecer, impregnando el relato de cierto magnetismo y dando pie a participar activamente jugando, recitando y cantando. 


“Callaba , callaba

¿quién, quién?

el gato al ratón

el ratón a la araña

la araña a la mosca

la mosca a rana

que estaba jugando

debajo del agua”




Al final el relato nos sorprende dando un giro, los personajes y acciones aparecen en orden inverso, retándonos a desenredar el divertido embrollo.

Se trata de una propuesta literaria necesaria y motivante en nuestras aulas, cuyo éxito está garantizado al repetir siempre el mismo esquema narrativo que favorece y estimula su comprensión, memorización y las ganas de contarla.


Una historia sencilla, repetitiva, llena de sorpresas, ritmo y coloridas imágenes que nos recuerda a los juegos tradicionales, a las primeras experiencias orales compartidas con nuestros mayores; un álbum que nos sugiere infinidad de propuestas didácticas aplicables en las aulas.



Os sugerimos algunas actividades.


Repite la historia sustituyendo el nombre de cada animal por un sonido o gesto que lo defina.

Crea tus propios personajes utilizando las ilustraciones del libro; colorea y recórtalos, colócales un palito para poder darles vida y teatraliza la historia. 

Puedes utilizar las siluetas de los animales para realizar un teatro de sombras.

Crea tu propia historia sustituyendo el nombre de los animales por otros: compañeros, frutas, objetos cotidianos…