LAS RANAS SABEN CANTAR
de Pedro Villar Sánchez, ilustrado por Tesa González.
Editorial Libre Albedrío, 2020.
Ahora que la escuela abre sus puertas después de seis meses, debido a la crisis sanitaria y al periodo estival, os ofrecemos una motivante propuesta dirigida a los más pequeños; porque la escuela más que nunca necesita cantar, ofrecer al alumnado la posibilidad de experimentar sensaciones y emociones a través del juego compartido y la música, acercarse a la poesía y a la literatura en general como forma de comprender y expresar sus propias vivencias.
Pedro Villar nos sorprende una vez más con un atractivo álbum ilustrado que recrea la canción popular Estaba la rana cantando debajo del agua y reivindica el valor de la tradición oral, el juego y la música como una forma mágica de iniciar a los más pequeños en el mundo de la fantasía, el gusto por la oralidad y el placer por los libros.
“Estaba la rana
mirando una nube
que baja que baja
que sube que sube”
La rana se puso a cantar pero vino una mosca y la hizo callar…
Esta divertida historia, con coloridas ilustraciones dirigida a los más pequeños (educación infantil y primer ciclo de primaria) sigue un esquema acumulativo, va sumando animales y acciones en la medida que va avanzando la narración, permite memorizar y anticipar lo que va a acontecer, impregnando el relato de cierto magnetismo y dando pie a participar activamente jugando, recitando y cantando.
“Callaba , callaba
¿quién, quién?
el gato al ratón
el ratón a la araña
la araña a la mosca
la mosca a rana
que estaba jugando
debajo del agua”
Al final el relato nos sorprende dando un giro, los personajes y acciones aparecen en orden inverso, retándonos a desenredar el divertido embrollo.
Se trata de una propuesta literaria necesaria y motivante en nuestras aulas, cuyo éxito está garantizado al repetir siempre el mismo esquema narrativo que favorece y estimula su comprensión, memorización y las ganas de contarla.
Una historia sencilla, repetitiva, llena de sorpresas, ritmo y coloridas imágenes que nos recuerda a los juegos tradicionales, a las primeras experiencias orales compartidas con nuestros mayores; un álbum que nos sugiere infinidad de propuestas didácticas aplicables en las aulas.
Os sugerimos algunas actividades.
Repite la historia sustituyendo el nombre de cada animal por un sonido o gesto que lo defina.
Crea tus propios personajes utilizando las ilustraciones del libro; colorea y recórtalos, colócales un palito para poder darles vida y teatraliza la historia.
Puedes utilizar las siluetas de los animales para realizar un teatro de sombras.
Crea tu propia historia sustituyendo el nombre de los animales por otros: compañeros, frutas, objetos cotidianos…
Muchas gracias Rosa por tus palabras y exquisita sensibilidad¡¡¡ Un fuerte abrazo
ResponElimina