Pàgines

dimarts, 17 de març del 2020

ÁLBUM ILUSTRADO QUE RESCATA UNA CULTURA DE TRADICIÓN MILENARIA EN LA QUE LAS PROTAGONISTAS SON MUJERES VALIENTES, MOVIDAS POR EL CORAJE, AMOR Y RESPETO AL MAR.

"MAMÁ Y EL MAR"

Heeyoung Ko

Ilustraciones Eva Armisén

Adaptación Santi Balmes

PRINCIPAL, 2019

“Mi madre es una haenyeo, una mujer del mar. Todos los días, entra en el agua y aguanta la respiración para pescar. Solo se lleva lo que el mar le permite y cuida de él como si fuera un jardín de flores, para que, cuando yo sea mayor, también pueda nadar entre las olas y convertirme en una mujer del mar” (contraportada)
Un álbum que conquista a los amantes del mar y de las historias reales llenas de poesía. Escrito por la coreana Heeyoung Ko, adaptado al castellano y catalán por Santi Balmes e ilustrado por Eva Armisén, está basado en la vida de la comunidad de buceadoras haenyeo “las mujeres del mar” de la isla de Jeju (Corea del Sur) que se ganan el sustento sumergiéndose en el mar hasta diez metros de profundidad sin botellas de aire,  contienen la respiración hasta volver a la superficie emitiendo un sonido peculiar “el silbido del viento”, como los delfines. Conocedoras del mar, transmiten de generación en generación una actitud de respeto y amor por su conservación. 
Este álbum, ilustrado con una exquisita delicadeza y luminosidad, realza el papel de la mujer en la sociedad matriarcal en la cual se inspira, como transmisora de cultura, sustento de la familia y modelo de independencia. Ensalza valores como el respeto a la naturaleza, la sostenibilidad y las ventajas de una vida sencilla en un entorno natural.

La protagonista es hija y nieta de haenyeo, siente miedo por las olas “una noche soñé que una ola me tragaba con su boca blanca” y observa temerosa desde la orilla la actividad de su madre y de su abuela “una ola enorme podría agarrar la pierna de mamá con sus dientes , como si fueran las pinzas de un cangrejo, y no soltarla jamás”. 
Siente una profunda admiración por su madre “es la mejor aguantando la respiración y nada tan bien como un delfín”. No comprende cómo puede aguantar tanto tiempo dentro del agua pero su madre le cuenta el secreto y cuando escucha desde la orilla el silbido del viento, sabe con certeza que ella está viva.
Su abuela nunca se ha alejado del mar “si no ve el mar, aunque solo sea un día, las olas se alzan y se adentran en su mente”. Su madre, cuando era joven, intentó trasladarse a la ciudad, quería otro tipo de vida, pero no pudo, el silbido del viento llegaba hasta la ciudad y le indicaba que la abuela estaba bien. Así, su madre pronto comprendió que quería vivir cerca del mar como la abuela y sumergirse a diario en sus aguas. Ellas bucean todos los día pero “nunca nos llevamos un bebé abulón ni una concha pequeñita… cuidamos del campo de mar como si fuera nuestro jardín de flores”.
Esta comunidad fue declarada en 2016 por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

En este enlace podéis encontrar más información, una maravillosa reseña
Anna Carreras
EL NACIONAL.CAT