"EL LADRÓN DE SONRISAS" de SUSANNA ISERN y RAQUEL DÍAZ REGUERA, editado en AMIGOS DE PAPEL.
Se trata de un libro que nos conquista el corazón desde la primera página. Un álbum que combina maravillosamente una bella historia metafórica para todos los públicos, sin límite de edad, de textos cuidados y sencillos, con ilustraciones atractivas y coloridas que nos revelan todo un universo mágico, íntimo y vitalista.
Nos habla de la amabilidad, del poder la sonrisa, ese pequeño gesto tan necesario en las ciudades grandes, grises y deshumanizadas, dónde mirar la pantalla del móvil se prioriza antes que mirarnos a los ojos, antes que la escucha y el diálogo. La sonrisa, que crea una unión mágica y misteriosa, estrechos vínculos de amistad y amor difíciles de romper, es la verdadera protagonista de esta historia.
Adri, el ladrón de sonrisas, representa a aquellas personas que siempre tienen increíbles recursos para hacernos sonreír, en los entornos más grises, en los momentos más inesperados. A pesar de su aspecto misterioso, sabe sorprender a todos con sus trucos, con los tesoros que guarda en ese saco sin fondo. A cambio, va robando sonrisas y las colecciona, pero cuando llega la noche y nadie le mira, las va sacando una a una y se van esparciendo por todas partes. Lo que nos recuerda que la sonrisa se contagia, transmite alegría y positivismo, emoción y actitud que se convierten en imanes de gran poder.
Pero un día, Adri se encuentra con una chica de aspecto triste y a pesar de ofrecerle los más sorprendentes regalos para arrancarle una sonrisa: flores, canciones, globos de colores... ella se resiste. Finalmente sus ojos se encuentran y la sonrisa logra dibujarse en su rostro. Adri queda hipnotizado y un final mágico e inesperado nos desvela otro gran poder, su capacidad de seducción, una sincera y bonita sonrisa es capaz de robarnos el corazón.
Su lectura en el aula nos ha permitido plantearnos qué cosas nos hacen sonreír, cómo nos sentimos cuando sonreímos y qué sentimos por las personas que siempre se muestran alegres y sonrientes. Finalmente reflexionamos sobre la necesidad de ser amables y sonreír a los demás, para sentirnos alegres y satisfechos con la vida, de rodearnos de personas sonrientes y optimistas que nos hagan sentirnos conectados y felices. Sin duda es una maravillosa opción para promover actitudes de amabilidad entre los compañeros, para promover la sonrisa, la alegría y el buen humor en la escuela.
Aquí os dejo la preciosa reseña que ha elaborado Natacha, la motivación e interés con que ha realizado este trabajo nos lo dice todo, le ha encantado.